Friday, May 29, 2009

23. Instantáneas de la infamia I. La muerte de Asanuma



El 12 de octubre de 1960, Otoya Yagamuchi, un estudiante extremista de derechas, atacó mortalmente al líder del Partido Socialista Japonés, Inegiro Asanuma. La fotografía que acompaña este texto le mereció el premio Pulitzer al fotógrafo Yasushi Nagao. La fotografía no era falsa, pero narraba, de cierta forma, una mentira: se publicó como una imagen que mostraba la escena fracciones de segundo antes del ataque. En realidad el ataque ya se había producido. El wakizashi que blande (¿blandir se conjuga como abolir?) el estudiante Yagamuchi ya tiene en su hoja la sangre y los jugos orgánicos de Asanuma. El momento exacto en que fue tomada la fotografía se puede inferir estudiando el video que existe del asalto.

Inegiro Asanuma era al parecer un buen hombre que llevaba una vida frugal. Su madre había muerto al darle a luz; su padre, que lo crió desde entonces, murió de cáncer a los 42 años.

Menos de tres semanas después del ataque, mientras se encontraba prisionero en un centro de detención juvenil, Otoya Yagamuchi escribió con pasta de dientes en la pared de su celda: "Siete vidas por mi patria. ¡Diez mil años para su Majesta Imperial, el Emperador!" Luego se colgó usando su sábana como una soga.

¿Recuerdan el refrán ucraniano?

Tuesday, May 26, 2009

21. Horror-Terror



Según la tradición liteararia gótica, el horror es el sentimiento que nos envuelve al ver, oír o experimentar algo espantoso. En contraste, el terror es descrito comunmente como el sentimiento de pavor y anticipación que experimentamos en el umbral de un posible hecho horripilante. 

Friday, May 22, 2009

20. Las muertas

Para su solaz y esparcimiento, he colgado en nuestro grupo de Google un documento PDF con la novela Las muertas, de Jorge Ibargüengoitia, que como su apellido lo indica, nació en Guanajuato, México.

Recordé la obra de Ibargüengoitia gracias a un pequeño, pero sugerente texto aparecido en el suplemento Babelia del diario El País de esta semana. En éste, Sergio González Rodríguez nos invita a la revaloración del guanajuatense y llama, a la novela de marras, el reverso imprescindible del Pedro Páramo, de Juan Rulfo. Si en Pedro Páramo los muertos deambulan por Comala como si estuvieran vivos, en Las muertas "los vivos... hablan como si estuvieran muertos".

Las muertas no sólo es una lectura muy entretenida, también es una gran ventana a un México provinciano y crudo, donde la banalidad del mal se estructura en un discurso en tono de comedia negra.

¿Por qué no se imprimen el primer capítulo y lo comentamos el martes?

Thursday, May 21, 2009

19. "El horror... el horror..."



¿Quién no ha leído El corazón de las tinieblas, de Joseph Conrad? 
Kdo se boji povodnega moža?

Wednesday, May 20, 2009

18. ¡Que comience el debate!



Para llegar más puestos a la próxima sesión, propongo que comencemos a airear nuestras posiciones, ideas y lucubraciones sobre la relación que guardan el miedo y el mal (ojo que el interés está en el miedo como instigador del mal y no en el mal como instigador del miedo).

Por lo pronto yo invitaría a Gemma – que fue quien destapó la caja de Dora la del pan – a que nos vuelva a hacer, ahora por escrito, la argumentación donde, citando a Todorov, nos enredó para bien entre optimizaciones, bondades, miedos y juicios de valor.

Y el que quiera apuntarse y no sepa como colgar el texto, escríbame a la dirección de la mesa, que yo colgaré sus aportaciones.

Y una pregunta para los hispanohablantes no nativos (premio del jurado: ¡una Lasko pov litra al primero que la conteste correctamente en los comentarios!)  ¿Cuál es la diferencia entre terror y horror?

Tuesday, May 19, 2009

17. Del miedo y el mal


Lo más interesante de la sesión del martes pasado fue – por lo menos para el que esto cuelga – el considerar de forma más profunda la relación entre el miedo y el mal. Gracias a la participación de Gemma se me abrió, y espero que a todos, una vereda de placer anticipado por escudriñar los alcances de la relación entre estos dos fenómenos.

Creo que el diálogo de ayer mostró con hechos lo que yo ya les he querido expresar con palabras: mi rol no es el de un maestro – que no lo soy – sino el de un catalizador del diálogo. Quisiera que fuéramos aprendiendo cada vez más a pensar de forma horizontal, mientras les ayudo a estructurar su discurso de forma escrita.